martes, 18 de marzo de 2008

HABIBI

¿Qué por qué este título? Podría haber utilizado "Ángela, agente33882", "Historietasde una comercial agresiva" (Chei lo decía, y sin recochineo!), "Contrato o voluntariado? el gran dilema", "Blandurria a domicilio",
"DeeelTeeeleeeGaas",
etc, etc.


Lo de cómo titular a mi comic con Ther (ter de termineitor contra las barricadas de las vecinas defensoras del barrio con sus rastas naranjas) merece otro capítulo distinto, no?

Bueno, a lo que iba, que como todos sabeis (o casi todos), estuve de comercial (ooohhh, sí?? de verdad?? tú??!!! pues sí) sin llegar al mes, y de ahí lo de haceros releerme.
Todavía mis ex-boss leen esto y me quedo sin mi barbacoa para el veranín (cobro dentro de cuatro meses, la empresa no invierte en fugitivos). De ser así, esperaría que se lo tomasen con humor, ellos han sido grandes senseis de la "actitud", hay que mantenerla por encima de todo!

Me hubiese encantado ser así, dejar chorradas varias a un lado y hacer una partición de mí misma a la hora de trabajar, o de cualquier cosa, de "tomar el control". Pero no puedo. Lo intenté, lo conseguí (era buena, jeje, lo fui...) y recaí. No se puede renunciar a lo que uno es, ni huir, ni regeneralo todo en cada crisis, hay que agarrarlo de los cuernos o de donde haga falta, como decía el padre de uno de mis compis "el toro no deja de ser toro hasta que se acabe el rabo", hasta el final! (un donuts ahora no estaría mal... el ramalazo matemático, q tira, tira, como le dije hoy a Luisete.P)

He aprendido mucho, a parte de entrar en una semiformafísicaceptable (preguntárselo a los bloques de once pisos sin ascensor...), de desgastarme los zapatos y quedarme pegada al teléfono (qué gran placer lo de la tarifa plana!!),
de los peligros de ciertas zonas (aquel contrato en el puti...), y de todas esas historias que tengo por contar en mis novelas (Capitulo XXVIII - De cómo los vecinos pueden mirarte a través de agujeros en la pared""", esa es de mi contacto en LADE, pero las que yo tengo por contar son más a lo Diario de Patricia... y no, no, "Morritos de chorizo", no me refiero a LaLore...).
A parte de todo eso, la gran moraleja es: "Si Ángela fue comercial, tú puedes ser lo que quieras". No hay nada imposible, todos somos plastilina, puedes llegar hasta donde te impongas tu propio límite.

En fin... que al final no os he terminado ni de contar lo que significa el título! Hasta hace nada yo tampoco lo sabía, eh? Me lo ha soltao ese gran chico de mundo ;) Mis compis se despedían de las viejucas con "cielín" o cosas así, yo no llegué a tanto, pero de ser así, les hubiese dicho HABIBI, que queda más chic.