

"DeeelTeeeleeeGaas",
etc, etc.
Lo de cómo titular a mi comic con Ther (ter de termineitor contra las barricadas de las vecinas defensoras del barrio con sus rastas naranjas) merece otro capítulo distinto, no?
Bueno, a lo que iba, que como todos sabeis (o casi todos), estuve de comercial (ooohhh, sí?? de verdad?? tú??!!! pues sí) sin llegar al mes, y de ahí lo de haceros releerme.

Me hubiese encantado ser así, dejar chorradas varias a un lado y hacer una partición de mí misma a la hora de trabajar, o de cualquier cosa, de "tomar el control". Pero no puedo. Lo intenté, lo conseguí (era buena, jeje, lo fui...) y recaí. No se puede renunciar a lo que uno es, ni huir, ni regeneralo todo en cada crisis, hay que agarrarlo de los cuernos o de donde ha

He aprendido mucho, a parte de entrar en una semiformafísicaceptable (preguntárselo a los bloques de once pisos sin ascensor...), de desgastarme los zapatos y quedarme pegada al teléfono (qué gran placer lo de la tarifa plana!!),
de los peligros de ciertas zonas (aquel contrato en el puti...), y de todas esas historias que tengo por contar en mis novelas (Capitulo XXVIII - De cómo los vecinos pueden mirarte a través de agujeros en la pared""", esa es de mi contacto en LADE, pero las que yo tengo por contar son más a lo Diario de Patricia... y no, no, "Morritos de chorizo", no me refiero a LaLore...).
A parte de todo eso, la gran moraleja es: "Si Ángela fue comercial, tú puedes ser lo que quieras". No hay nada imposible, todos somos plastilina, puedes llegar
hasta donde te impongas tu propio límite.

En fin... que al final no os he terminado ni de contar lo que significa el título! Hasta hace nada yo tampoco lo sabía, eh? Me lo ha soltao ese gran chico de mundo ;) Mis compis se despedían de las viejucas con "cielín" o cosas así, yo no llegué a tanto, pero de ser así, les hubiese dicho HABIBI, que queda más chic.